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Historia de la bolsa de agua caliente

  En la historia el calor ha sido un factor muy importante en el bienestar de la humanidad, para ello muchas han sido las formas de proporcionar calor a los hogares en los fríos inviernos y a las personas aumentando el confort de las familias.

También el calor se ha utilizado para aliviar sintomatologías de enfermedades y dolencias por lo que la búsqueda de cómo calentar una casa, una cama o bien una zona del cuerpo siempre han estado presentes en la historia.

El calor de las casas y sobre todo de los dormitorios se conseguía mediante chimeneas en las casas de lujo y cuyo tiro de aire circulaba por alguna que otra estancia para calentar las distintas habitaciones, en las casas de campesinos esto no era así, los métodos eran mas humildes y básicos, los animales domían y pastaban en los bajos de sus viviendas proporcionando un mínimo de confort muy lejos del de una casa rica.

¿Cuándo surgieron las primeras botellas de agua caliente?

A principios del siglo XVI se acuña el nombre de “botellas de agua caliente” podemos datar los primeros descubrimientos de las primeras apariciones de botellas de agua fabricadas en estaño con una tapa de rosca con un tornillo y hoy en día todavía las podemos ver con éste sistema.

El estaño fue el material mas utilizado en el siglo XIX y la importación del material venía fundamentalmente de la india y la producción principal se realizaba en Inglaterra por sus bajo precio y su buen resultado en la fabricación de “botellas de agua caliente” para calentar las camas de la casa de los hogares.

La clase social se veía reflejado también en las botellas de agua, los mas humildes poseían para calentarse botellas de agua de barro llamadas también “canecas”, botellas achatadas fabricadas en barro que no solo se utilizaban para contener el calor sino que su utilidad era también al de contener licores y ginebra o piedras calientes, sin embargo las clases pudientes utilizaban las anteriormente llamadas botellas de metal (estaño) o bien las cerámicas.

Con el paso de los años las botellas de agua caliente se fueron perfeccionando y ya en el siglo XIX aparecen las botellas porcelánicas rellenas de arena aunque tenían el peligro de que calentadas en exceso estallaran o se agrietaran quedando inservibles.

A finales del siglo VII-XVII en las zonas mas frías de centro Europa el calor lo proporcionaban unos calentadores de cama fabricados como obras de arte en forma plana como si fueran sartenes, forma que les ayudaba a disipar el calor de manera uniforme en materiales como el cobre.

Los diseños de éstos utensilios para calentar la cama estaban rellenos de arena o agua y poseían un mango alargado para no quemarse ya que el cobre tenía muy buena buena conductividad del calor y el peligro de tocar la botella y quemarse era altamente probable, no se solía dejar la botella sino que se pasaba entre las telas para calentarlas. Estos calentadores de cama fueron evolucionando y adquiriendo diversas formas y motivos ornamentales para darles la personalidad del propietario.

En aquellos tiempos las botellas de agua caliente eran sólo asequibles para mansiones donde había agua caliente y el personal de la mismas se ocupaban de calentarlas para el resto de la población hubo que esperar a que materiales como la importación de metales mas baratos como el estaño para que se abaratase la producción y fuese asequible para todo el público.

En los años posteriores las botellas de agua caliente ya no eran simplemente un elemento mas en los hogares, la decoración de las botellas, las formas a golpe de martillo hacían de las botellas de agua sean un símbolo de estatus de quien la poseía, eran pequeñas obras de arte únicas.

No obstante no conseguían algo fundamental en una bolsa de agua, su resistencia, se había superado con ciertas válvulas de presión decorativas pero no la resistencia ante golpes cuando por ejemplo se caían de la cama y rompían las soldaduras multitud de veces.

La evolución por tanto llevó al paso de las botellas de agua de estaño al cobre, siendo hoy en día las botellas de estaño objetos de colección de museos y pasando de decoraciones elaboradas a modelos funcionales.

Hoy en día a menudo se calientan las botellas de agua en estufas pero al hacerlo se corre el peligro de que se derritan y se deterioren.

Por tanto la evolución ha sido desde las piedras calientes envueltas en paños a las de hierro galvanizado a mediados del siglo XIX pasando por las de estaño y el cobre.

Han aparecido botellas de agua caliente también en tamaños mas reducidos para bebes y específicas para las distintas partes del cuerpo como termoterapias, para zonas como la espalda, abdomen, cervicales, riñones y las embarazadas cuyos beneficios son muchos, aliviando dolores diversos.

El objetivo de los fabricantes estaba orientado en botellas estancas de larga usabilidad y cuya calidad no requiera una reparación constante.

Había bolsas de agua esmaltadas que impedían la oxidación y se podía decorar pero cuando se golpeaba la botella se volvía antiestética.

También fabricadas en aluminio cuyos costes eran elevados por lo que su producción ha sido muy limitada aunque entre sus grandes ventajas es la eliminación de fugas.

Otros modelos son las botellas de agua de vidrio que no tuvieron mucho éxito por su fragilidad y su dificultad a la hora de su fabricación en su cierre.

A principios del siglo XX los materiales son mas elásticos y pasando de las “botellas de agua” a las “bolsas de agua caliente” que poseen una tolva de llenado para evitar el derrame y un tapón de tornillo. Las bolsas de agua caliente cumplían su función calentar y adaptarse a la zona que se quería calentar y todo ello sin peligros de rotura por caídas y su vida útil dependía del cuidado en su almacenamiento y la calidad del sello utilizado en la boquilla.

Uno de los problemas de la fabricación de las bolsas de agua caliente era el olor del caucho, no obstante ésto fué superado a principios de los años 73 utilizando otros materiales tras largas investigaciones en Alemania y creando asi las bolsas de agua caliente que conocemos hoy en día.

También se crearon numerosos diseños en felpa para las botellas de caucho creando de éste artículo algo decorativo y mimoso para los hogares y un regalo perfecto para niños y adultos, bolsas de agua personalizadas con distitas formas y dibujos, superhéroes, ositos, corazones, etc…

Hoy en día son muchas las bolsas de agua caliente que podemos ver en el mercado pero no todas cumplen con la normativa CEE que nos aseguran:

– La no toxicidad de los materiales empleados en la fabricación de la bolsa de agua

– La no toxicidad de los materiales que se calientan a altas temperaturas.

– Calidades en cuanto a los cierres de la bolsa

– Calidad en cuanto a la resistencia.

–  Marteriales reciclados

– Pruebas de fuga de líquido.

– Decoloración de los materiales

– Certificado para el llenado de la bolsa de agua caliente.

Asegúrese también que los materiales de recubrimiento (fundas) esten testados…

P ej con el sello ecológico 100 con el correspondiente certificado.

Libre de sustancias tóxicas que puedan perjudicar su salud.

certificado tüv
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